Aspirina

El ácido acetilsalicílico es uno de los fármacos más usados a la hora de tratar el dolor, la fiebre y la inflamación. Es un medicamento con muy buena tolerancia por el organismo y un amplio margen de seguridad, el cuál conocemos popularmente como aspirina.

La aspirina es un fármaco de la familia de los salicilatos. Es un agente antiplaquetario, lo que quiere decir que impide que las plaquetas se adhieran unas a otras hasta formar coágulos, es por esto que es usada después de haber sufrido un ataque cardíaco, para así evitar la formación de coágulos en las arterias coronarias.

También puede utilizarse para tratar inflamaciones como la enfermedad de kawasaki, la pericarditis y la fiebre reumática. Además puede prevenir la angina de pecho, los ataques cardíacos y los ataques cerebrales.

La administración de este medicamento luego de un ataque al corazón puede disminuir el riesgo de muerte y su uso constante previene ataque cardíacos, accidentes cerebro vasculares y coágulos de sangre, así mismo disminuye el riesgo de padecer cáncer.

A pesar de que es un medicamento que presenta una amplia tolerancia por el organismo presenta ciertos efectos secundarios, como lo son la acidez y malestar estomacal, zumbido en los oídos, reacción alérgica, vómitos, entre otros que son poco comunes. El ingerir este medicamento de manera abusiva produce nefritis, que son los procesos disfuncionales e inflamatorios del riñón.

Y aunque este fármaco sea de uso común, su ingesta debe ser autorizada y supervisada por un médico.