Principio activo: ¿analgésico o anestésico?
Cada día la ciencia avanza más rápidamente y con ella todas sus ramas afines entre ellas la química farmacéutica. Antiguamente se usaban plantas medicinales mientras que hoy en día se usan medicamentos pero ambos tienen el mismo fin y casi la misma funcionalidad, esto es debido a que tanto las plantas medicinales como los medicamentos tienen en su interior una sustancia que se llama principio activo. El principio activo es aquello que le da las características funcionales a cada medicamento o sea que el efecto dependerá del principio activo que tenga como base. Según este criterio se pueden agrupar decenas de familias (diuréticos, anticoagulantes, antipiréticos, entre otros) sin embargo existen dos en particular que las personas tienden a confundir: los analgésicos y los anestésicos; debido a que ambos se usan al momento de sentir dolor en nuestro cuerpo, pero la realidad es que difieren en su funcionamiento.
Los analgésicos tienen la función de suprimir el dolor que se tenga en cualquier parte del cuerpo, por eso es que son de uso tan común y sin prescripción médica. Entre ellos tenemos al paracetamol mejor conocido como acetaminofén que tanto es recomendado como primera medida ante alguna sensación de dolor. Otro es el ácido acetil salicílico que aunque su nombre técnico no se nos haga familiar seguro que todos la hemos escuchado por su nombre genérico: aspirina. Esta actúa como inhibidor de la ciclooxigenasa (enzima que hace síntesis de prostaglandinas, sustancias que se relacionan directamente con la sensación de dolor).
Los anestésicos lo que hacen es bloquear al sistema nervioso en el cuerpo y de esta manera evitar que se transmitan impulsos nerviosos con las señales de dolor. Estos a su vez pueden ser anestésicos generales si actúan en todo el cuerpo como es el caso del propofol, aplicado a los pacientes que serán sometidos a operaciones quirúrgicas (por lo general se aplica de vía inhalatoria pero también puede ser intravenosa), o anestésicos locales si actúan sobre una parte especifica del organismo como la bupivacaina que no deja al sodio hacer contacto con las neuronas (potencial de acción).
De manera general hemos podido evidenciar las diferencias entre estas dos grandes familias de fármacos además de conocer cómo actúan sobre nuestro organismo. Es importante destacarlas pues gracias a ellas logramos combatir dolores que de otra manera no nos permitirían continuar nuestras actividades cotidianas.