Evolución histórica: de la droga al fármaco.
Desde siempre, el ser humano buscó una explicación a los fenómenos y una solución a sus males. Las antiguas civilizaciones creían en el "poder" de los conjuros y la influencia de los dioses sobre las pócimas. Para ellos curar era motivo de prestigio y autoridad poder que sólo era otorgado a sacerdotes. Con el pasar del tiempo se dieron cuenta que los animales comían determinadas hierbas cuando sufrían de algún mal específico, al observar esto fueron señalando propiedades varias a dichas plantas, ya fuesen sus flores, corteza o raíces, y aparecieron los primeros listados para unas enfermedades de diagnóstico tan confuso como absurdas eran las indicaciones y la manera de aplicar esas hierbas. Los farmacéuticos se iniciaron como simples dispensadores y tuvieron auge entre los árabes, civilización donde aparecieron también los primeros recetarios, listados de medicinas o primitivas farmacopeas. Ademas los árabes mejoraron en algo el conocimiento de la antigüedad clásica, introdujeron los jarabes, el alcohol, y muchas drogas nuevas, incluso esta misma palabra que designa a los medicamentos. Estos mismos medicamentos se conservaron durante la edad media; llega el Renacimiento: Leonardo, Vesalio, Harvey, Paré, Paracelso, muchos otros anatomistas y tal cual fisiólogo, las nuevas escuelas médicas y el resurgir de la cirugía, muestran una nueva visión y surge la esperanza. De América viene la quina, pero también la coca y el tabaco. El desarrollo de los fármacos en la edad Moderna esta fuertemente relacionado con el desarrollo de la industria de los colorantes en Alemania, a partir de ahí surgió la industria farmacéutica moderna.
Los fármacos mejoran la calidad de vida de millones de personas y evitan enfermedades a escala mundial. Se ha estimado que han añadido entre 3 y 5 años al promedio de esperanza de vida y han revolucionado el tratamiento de muchas enfermedades diferentes. No obstante, los farmacólogos de hoy día se enfrentan a la formidable tarea de encontrar nuevos medicamentos para el tratamiento de enfermedades que plantean un riesgo sanitario importante para la sociedad, como SIDA. Además, aunque hay medicaciones eficaces contra algunos organismos infecciosos, aparecen constantemente cepas resistentes; existe, por tanto una necesidad continua de desarrollar fármacos cada vez mejores para tratarla infección.
